"En los tiempos que corren el poder ha encontrado un nuevo mecanismo para controlar a los ciudadanos: atarles de por vida a una hipoteca que les impide no sólo protestar y reclamar sus derechos más básicos sino que también supedita su vida cotidiana hasta límites insospechados. Es, en definitiva, un nuevo totalitarismo que a diferencia de los del siglo pasado no está dirigido por el Estado sino por la gran banca ayudada por éste último.
En términos sociológicos podríamos definir el control social cómo una serie de mecanismos reguladores del statu quo imperante. Mediante ellos, por una parte, se presiona al individuo para adherirse a las normas y, por otra, se reprimen las manifestaciones de conductas desviadas. A lo largo de la Historia han existido muchas y variadas formas de control social: esclavismo, adscripción a la tierra, religión o la propia policía. A través de estos instrumentos la minoría privilegiada y poderosa ha ejercido su control sobre la mayoría para seguir disfrutando de su privilegiada posición.[...]"
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viernes, 23 de mayo de 2008
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